No todos los días puede uno visitar de nuevo uno de los edificios más icónicos de la historia del cine de terror. El edificio Dakota vuelve a abrir sus puertas cincuenta y seis años después del estreno en salas de La semilla del diablo de Roman Polanski con Apartment 7A. Tras el aplaudido paso de Relic por la edición pandémica del festival, la directora Natalie Erika James ha invitado a los asistentes al Prado a este prólogo maldito que se pregunta, de la mano de las actrices Julia Garner y Dianne Wiest, qué pasó antes de que Rosemary se mudara a Nueva York.
Al igual que el edificio Dakota, Nacho Vigalondo también está de vuelta. Su última película, Daniela Forever, forma parte de la Sección Oficial Fantàstic a Competició de este año. Protagonizada por Henry Golding y Beatrice Grannò y presentada por el Festival de Sitges como parte del Fantastic 7 en el Marché du Film – Festival de Cannes, el largometraje presenta a un hombre que decide tomar parte de un ensayo clínico con tal de poder controlar sus sueños y conseguir volver a reunirse con su novia fallecida. Tanto Vigalondo como el resto del equipo han declarado esta mañana ante la prensa. Sobre si Daniel Forever dialoga o no con su filmografía anterior, el cineasta asegura que “no quería alimentar una mitología de forma consciente, quería dejar que las cosas sudaran”. También ha defendido que “tus influencias siempre acaban apareciendo en todo lo que haces, no hace falta tenerlas en mente para que impregnen tus películas; cualquier actividad poética tiene que ver con lo inconsciente”.
La actriz Nathalie Poza ha defendido lo estimulante de narrar “la necesidad de mantener vivo lo que no lo está; ha sido una experiencia sanadora”. Mientras el equipo alababa lo placentero de trabajar con Vigalondo, él ha diferido humildemente: “No tengo ningún tipo de disciplina, me han diagnosticado TDAH ya de adulto”. Sobre la decisión de rodar parte de la película en betacam, el cineasta ha asegurado que “la única razón por la que nos da miedo esto es porque A24 no lo ha hecho antes”. La actriz Beatrice Grannò, sobre la explícita referencia a Evangelion, nos cuenta que fue un salto al vacío: “Nacho me decía que confiara, que mucha gente iba a amar la referencia”.
Justo antes de la proyección de Daniela Forever en el Auditori, el Festival ha rendido homenaje a Fina Brunet, periodista catalana, presentadora de radio y televisión y amiga del Festival, siendo presentadora de muchas sesiones míticas de Sitges. La que pasará a la historia de la televisión nacional como uno de los rostros más icónicos de TV3, habiendo participado tanto en sus informativos como en programas como Els Matins o Tres senyores i un señor, ha recogido esta noche el Premio Kong Honorífico.
El Auditori ha acogido hoy numerosas películas que compiten por ser las ganadoras de esta edición. Una de ellas es Meanwhile on Earth, el regreso a Sitges del cineasta que conmovió al Festival con su ¿Dónde está mi cuerpo? en 2019. Jérémy Clapin se lanza a la acción en imagen real con este relato de extraterrestres que generó muy buenas reacciones en el pasado festival de Berlín. Justo después la pantalla principal del Festival ha acogido Night Silence (Cisza Nocna) de Bartosz M. Kowalski. El director polaco ha traído a Sitges un survival horror en el que un actor ingresado en una residencia deberá defenderse de una grotesca amenaza.
Justo después de la pausa para comer, el Auditori ha reanudado la sección con Animale de Emma Benesta, una rareza francesa que mezcla corridas de toros en una pequeña región del sur de Francia con bestias salvajes causantes de misteriosas desapariciones, y Sister Midnight de Karan Kandhari, retrato de una mujer rebelada y salvaje como consecuencia de un matrimonio concertado en Bombay. Ha cerrado la jornada la proyección nocturna de Strange Darling deJT Mollner, un imprevisible juego del gato y el ratón elogiado por Stephen King que cuenta con Willa Fitzgerald, Kyle Gallner y Barbara Hershey como reparto de lujo. Nos han dicho que es mejor no saber demasiado de la película, así que ojo con los spoilers en las colas.
Noves Visions también ha vivido un día intenso con la proyección en Prado de un tríptico que concentra a la perfección la esencia disruptiva de la sección. El propio título de Things Will Be Different de Michael Felker parece ser una declaración de intenciones, presentando un experimental rompecabezas sci-fi ideal para cualquier fan del cine de Aaron Moorhead y Justin Benson. Sam y Andy Zuchero han presentado en la sección su primer largometraje, Love Me. Kristen Stewart y Steven Yeun interpretan a una boya y un satélite en una historia de amor que solo podría existir en Sitges. Para acabar, Ryan J. Sloan, electricista de profesión, ha compartido en el Prado su opera prima Gazer, un paranoico thriller rodado en 16mm que ha alterado la noción del tiempo de toda una sala.
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